domingo, 11 de diciembre de 2011

RIQUEZA FORESTAL? LEER CON ATENCIÓN!!

Por: ENRIQUE SANTOS MOLANO
EL TIEMPO publica en su edición del 3 de diciembre un informe sobre los efectos devastadores de la deforestación en Colombia. La califica  como una epidemia, un drama "que acaba con especies de animales y plantas", según apreciaciones coincidentes del Gobierno Nacional y de académicos. El investigador Jesús Rangel, de la Universidad Nacional, afirma que "la tasa de deforestación es casi realmente del doble que la entregada esta semana por el Ideam y el Ministerio de Ambiente". Rangel estima no menos de 470.000 hectáreas de bosques talados al año, contra una cifra más conservadora y prudente, de 283.000 hectáreas, que da el Ministerio del Ambiente. Rangel pronostica que "a este paso, en 146 años no habrá bosques" en Colombia.

Al respecto conviene leer el siguiente informe, que me llegó vía Internet, y que transcribo tal cual:

"Prima Colombia Hardwood ha comenzado a tumbar árboles en Bahía Solano para exportar a China, con la que tiene firmados ya 17 contratos sobre 7'000.000 metros cúbicos de las maderas más finas del Chocó: algarrobo, sande, cedro amargo, bálsamo, caimito, chanul y virola.

"Esta  empresa es dueña de REM Forest Products, del billonario canadiense Frank Giustra, un corsario financiero que consiguió del gobierno de Uribe  una licencia de aprovechamiento forestal otorgada por Codechocó en el 2006 (Resolución 2293) para explotar durante 15 años más de cinco millones de metros cúbicos de madera; unos 1.500 millones de dólares. Estas compañías tienen a su vez vínculos financieros con Pacific Rubiales Energy, Medoro Resources, Alange Corp, Gran Colombia Gold. Es decir, se trata de un proyecto de envergadura: madera, oro y petróleo. La Prima-REM ha instalado en la playa de Huaca un campamento con una docena de empleados canadienses, otros tantos colombianos, 80 ciudadanos nativos de las comunidades negras e indígenas y dos helicópteros. Pero las primeras trozas de prueba eran tan grandes y pesadas, que los aparatos no pudieron levantarlas. Ahora, ya en forma, con todo tipo de patentes, la empresa se dispone a cortar su primer millón de metros cúbicos en  44.596 hectáreas, todas dentro del Consejo Comunitario de Los Delfines, autorizado por la Ley 70 de 1993 y creado en 1999. Este territorio colectivo ¿inembargable, inalienable, imprescriptible¿ se extiende entre Bahía Solano y Juradó, el Pacífico y la serranía del Baudó, y ocupa una superficie de 67.327 hectáreas, donde viven 18 comunidades, 1.329 familias y 5.846 personas. Es decir, el 70 por ciento de la superficie del Consejo Comunitario será controlado por la empresa. La madera que se explotará en los próximos años costaría 280 millones de dólares, de los cuales la compañía reconocerá al Consejo Comunitario el 10 por ciento.

"Los directivos actuales de Los Delfines hicieron el negocio, pese a que en el 2005 el Consejo se opuso a la Ley Forestal ¿felizmente rechazada por la Corte Constitucional¿, por considerar que con ella se 'facilitarían transacciones y el aprovechamiento con ánimo de lucro de los bosques nativos y plantados en las principales zonas del Pacífico y de la Amazonia'. Desde luego se trata de un nuevo Consejo, que llamó a una consulta previa entre la comunidad para poder autorizar el negocio. La consulta otorgó la licencia, Codechocó dio el visto bueno y el Ministerio de Ambiente aplaudió el logro. El mecanismo de la consulta previa  ¿dice el Convenio 169 de la OIT¿  busca que las decisiones de las comunidades sean democráticas y, por tanto, defiendan sus formas de vida y sus derechos sobre tierras y territorios. El Consejo Comunitario de Mecana, donde se ha construido el campamento de Prima Colombia Hardwood, considera amañada y tramposa la consulta y corrupto el Consejo de Los Delfines. Muchos consejos comunitarios se han vuelto una vía legal para permitir que los recursos ¿madera, oro, petróleo¿ sean explotados a cambio de miserables dádivas. Algunas consultas previas están siendo realizadas de manera tramposa por autoridades locales y, de hecho, compradas por empresas  interesadas en una determinada explotación. Está a punto de imponerse un clientelismo feroz en las comunidades negras e indígenas para dirigir la consulta previa en una  dirección: la de las locomotoras.

"Para protestar contra la tala de una de las selvas más preciosas del planeta y lo que puede suceder en el Chocó no solo con la madera y su oro, sino con su misma gente, Juan Ceballos se encadenó tres días a un árbol de Bahía Solano".

De nada sirven valientes denuncias, como la formulada en EL TIEMPO por el botánico Jesús Rangel, ni heroicos gestos como el de Juan Ceballos, ni, por supuesto, hipócritas posturas como la del Ministerio del Ambiente, cuando  las mismas entidades encargadas por la Constitución y por la ley de proteger y cuidar los recursos naturales de Colombia son las que otorgan los permisos, licencias y estímulos para su devastación. El presidente Santos maldijo al fenómeno de la Niña como el karma de su gobierno; pero la Niña es inofensiva al lado de las multinacionales que están destruyendo el país. La Niña es la protesta viva de la Naturaleza contra sus depredadores.

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